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Lyn Alden, una destacada estratega macroeconómica y analista financiera, subió al escenario en la conferencia Bitcoin 2025 con una advertencia contundente: el déficit fiscal de EE. UU. ya no es un problema que pueda solucionarse; es una fuerza imparable. La presentación de Alden se centró en los crecientes problemas estructurales de la economía estadounidense, en particular el gasto descontrolado del gobierno, y el impacto inevitable que tendrá en los precios de los activos, especialmente los activos escasos como Bitcoin.
Bitcoin vs. la Deuda Imparable de EE. UU.
"Nada detiene este tren", dijo Alden [https://x.com/UnderCoercion/status/1928280669764931860], subrayando la gravedad de la situación. Continuó explicando cómo los déficits fiscales y las tasas de desempleo de EE. UU., que alguna vez se movían en conjunto, han comenzado a desacoplarse en los últimos años. "En los últimos años, desde 2017, hemos visto un desacoplamiento. Las tasas de desempleo han disminuido, pero el déficit federal se ha disparado al 6-7% del PIB". Este cambio, argumenta Alden, señala una nueva realidad fiscal que ahora es irreversible.
El análisis de Alden destacó que esta tendencia se ha visto exacerbada por la pandemia, pero ya estaba en marcha mucho antes. Señaló datos históricos, enfatizando que en la mayoría de los períodos del pasado, cuando el desempleo aumentaba, también lo hacían los déficits federales, pero este patrón ha cambiado. "Esta es una nueva era", afirmó Alden. "El desacoplamiento del déficit del desempleo es algo que no se ha visto en décadas".
Las implicaciones de este desacoplamiento fiscal son significativas para los inversores, particularmente aquellos que buscan proteger sus carteras de la erosión del poder adquisitivo causada por la inflación. Alden dirigió su atención al panorama de activos más amplio, mostrando cómo el oro y Bitcoin han respondido al cambiante clima económico. Mostró un gráfico que compara los precios del oro con las tasas de interés reales, ilustrando una fuerte correlación histórica entre ambos.
“El oro y Bitcoin son los dos principales activos de reserva que compiten entre sí a esa escala”, explicó Alden. “Cuando las tasas de interés reales son altas, los inversores se sienten atraídos a regresar al sistema del dólar y el Tesoro. Pero cuando esas tasas no son lo suficientemente altas como para mantener el ritmo de la inflación, el oro y Bitcoin brillan”.
Alden señaló que desde 2022, la correlación entre los precios del oro y las tasas reales se ha roto, un acontecimiento que complica aún más el panorama económico. "Hemos entrado en un nuevo entorno donde tanto el oro como Bitcoin han seguido subiendo a pesar del aumento de las tasas de interés", señaló, destacando la creciente divergencia entre los activos financieros tradicionales y los activos alternativos como Bitcoin. "Si le hubieras preguntado a alguien hace cinco años si Bitcoin podría mantener su posición con tasas de interés del 4-5%, la mayoría habría dicho que no. Sin embargo, aquí estamos, con Bitcoin valorado en más de $100,000 por moneda".
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Para Alden, este cambio no es simplemente teórico; es evidencia de una dinámica fiscal más profunda y arraigada. Argumentó que a medida que la deuda del gobierno de EE. UU. alcanza niveles insostenibles, los métodos tradicionales para controlar la inflación, como el aumento de las tasas de interés, se han vuelto ineficaces. "Cuando aumentan las tasas de interés, irónicamente aumentan el déficit federal a un ritmo más rápido que la desaceleración del crecimiento del crédito del sector privado", explicó. "El problema es que ya no tenemos los frenos conectados al sistema. El tren fiscal avanza a toda velocidad y no hay nada que lo frene".
Alden también exploró cómo las políticas de tasas de interés de la Reserva Federal son cada vez más incapaces de controlar el crecimiento del crédito frente a la creciente deuda del gobierno. "En el pasado, cuando la deuda federal era baja, el aumento de las tasas de interés podía frenar eficazmente el crecimiento del crédito. Pero ahora, con la deuda federal superando el 100% del PIB, cada aumento de la tasa solo acelera el déficit". Esto, argumentó, ilustra la debilidad estructural del sistema actual, uno en el que el gobierno se ve obligado a seguir aumentando su deuda, ya que no hay una manera viable de reducir la carga fiscal.
En marcado contraste con el sistema fiscal de EE. UU., Alden presentó Bitcoin como el mejor refugio contra estas presiones inflacionarias. "Bitcoin es lo opuesto a este sistema", señaló. "A diferencia del dólar estadounidense, que constantemente se devalúa por las políticas inflacionarias, Bitcoin es un activo definido por la escasez absoluta. No se puede crear más. Y esa escasez es lo que hace que Bitcoin sea un atractivo depósito de valor en una era de inestabilidad fiduciaria".
Alden también argumentó a favor de la creciente relevancia de Bitcoin en un mundo donde los mecanismos financieros tradicionales están fallando. "Las reglas que gobernaron la economía durante el siglo pasado ya no funcionan", dijo. "Hemos pasado el espejo. Estamos en una nueva era donde nada puede detener el tren fiscal. Pero Bitcoin, con su libro mayor transparente y su suministro fijo, se destaca como un activo que no puede ser manipulado ni inflado".
En conclusión, Alden advirtió que la trayectoria fiscal de EE. UU. está establecida a largo plazo. "Durante la próxima década, tendremos déficits fiscales muy grandes en EE. UU., casi independientemente de lo que suceda", dijo. "Nada puede desacelerar significativamente esta tendencia. La única manera de protegerse es poseer los activos escasos de la más alta calidad. Y Bitcoin está en la cima de esa lista".
Al cierre de esta edición, BTC se cotizaba a $105,822.