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Bitcoin es cada vez más considerado por inversores y expertos como el oro digital, por lo que existe interés incluso por parte de algunas instituciones en tener una parte en sus reservas. La senadora estadounidense Cynthia Lummis, presidenta de la Subcomisión del Senado para Actividades Digitales, afirmó recientemente que el Departamento de Defensa estaría a favor de la idea de crear una reserva estratégica de Bitcoin.
Según lo informado a Bloomberg, las fuerzas armadas ven en la criptomoneda una herramienta potencial de protección económica, especialmente en un contexto de creciente competencia con China. Pero, ¿por qué las criptomonedas y, en particular, Bitcoin, se han convertido en un tema de interés para los estados nacionales?
Bitcoin como recurso estratégico para la seguridad nacional
Lummis subrayó que, al igual que las armas y municiones, la posesión de activos digitales como Bitcoin podría ser crucial en escenarios de guerra económica. En caso de sanciones o decisiones externas que afecten los mercados financieros tradicionales, una reserva en criptomonedas podría ofrecer a Estados Unidos una forma alternativa de defensa del valor.
Algunos observadores consideran esta visión preclara, mientras que otros la juzgan excesivamente arriesgada. En un escenario de guerra financiera, incluso el dólar estadounidense podría ser atacado. Grandes fondos o bancos centrales podrían vender sus reservas de dólares y hacer que estos pierdan valor; o en un escenario de crisis internacional podrían sancionar a Estados Unidos haciendo que se pierda confianza en su economía o moneda.
Tener una reserva en Bitcoin se ve como una forma de protección, también porque sabemos muy bien que el protocolo de bitcoin prevé una oferta limitada de tokens que serán emitidos por el sistema y esto lo convierte en una moneda con tendencia deflacionista.
## La iniciativa legislativa y la orden ejecutiva de Trump
En un intento por dar concreción a esta visión, Lummis presentó un proyecto de ley que requeriría a Estados Unidos comprar y mantener hasta un millón de BTC, en analogía con las reservas de oro. La iniciativa prevería el uso de fondos ya existentes del Tesoro o de la Reserva Federal, evitando así el empleo de nuevos recursos presupuestarios. Por el momento, sin embargo, el proyecto de ley no ha obtenido un amplio apoyo dentro del Congreso.
Mientras tanto, el presidente Donald Trump firmó, el pasado 6 de marzo de 2025, una orden ejecutiva para iniciar una reserva nacional de Bitcoin y otros activos digitales. El plan no prevé comprar criptomonedas, sino crear un fondo para conservar las que el gobierno ha obtenido a través de procesos civiles y legales. Son aproximadamente 200.000 los Bitcoins incautados por el gobierno estadounidense. Pero en el fondo hay otras criptomonedas como Ethereum y Solana.
Críticas desde Wall Street y el mundo académico
No todos están de acuerdo con esta estrategia. Jamie Dimon, CEO de uno de los principales bancos estadounidenses, calificó el proyecto como una pérdida de recursos. Varios economistas universitarios también han expresado dudas, destacando la elevada volatilidad de Bitcoin y el hecho de que Estados Unidos ya enfrenta una deuda pública superior a los 36 billones de dólares.
Por estos motivos, muchos consideran arriesgado construir una reserva nacional basada en un activo tan inestable. El Salvador, por ejemplo, tuvo que dar marcha atrás respecto a la decisión de utilizar Bitcoin como moneda de curso legal. Sin embargo, la intención de Lummis no es equiparar Bitcoin con el dólar, sino crear una reserva que pueda servir como protección frente a posibles problemas relacionados con la política monetaria.
Lummis se mantiene optimista sobre el futuro de Bitcoin
A pesar de las críticas, la senadora Lummis se muestra confiada. Ha presentado un modelo de predicción desarrollado por su equipo, según el cual el valor de Bitcoin está destinado a subir significativamente en el próximo decenio. Entre los factores de apoyo cita la oferta limitada de la criptomoneda, la creciente adopción por parte de inversores institucionales y la expansión de los efectos de red.
Lummis también elogió al presidente Trump por su apertura hacia las criptomonedas y por la simplificación de las normativas en la materia. Añadió que cada vez más agentes –incluidas figuras destacadas como la familia Trump– están explorando soluciones DeFi, stablecoins e incluso meme coins, previendo una integración cada vez mayor entre la economía tradicional y la digital. Pero intentemos comprender el contexto en el que Bitcoin está tomando valor, a través de un breve recorrido histórico.
De Bretton Woods a Trump
En 1944 se celebró una conferencia en Bretton Woods en Estados Unidos para redefinir las bases de la política monetaria y la economía mundial después de la guerra. Al final de la conferencia se optó por un sistema de tipos de cambio fijos, donde se decidió que cada país anclaría el valor de su moneda al dólar, que a su vez era la única moneda convertible en oro. Este sistema tenía problemas (el dilema de Triffin).
El primero: el sistema preveía una emisión de dólares limitada a las necesidades internas y coherente con las reservas de oro disponibles. Sin embargo, atenerse a esta regla tenía dos implicaciones, una positiva y otra negativa. Emitir dólares en proporción a sus reservas de oro habría protegido la confianza internacional en la convertibilidad del dólar en oro, pero por otro lado el comercio mundial se habría visto afectado por la falta de liquidez. En la práctica, los demás países no habrían tenido suficientes dólares para comerciar o comprar productos estadounidenses.
Sin embargo, los estadounidenses decidieron emitir más dólares para apoyar el crecimiento del comercio global. Cuando, en los años 70, los bancos centrales de otros países comenzaron a solicitar la conversión de sus monedas en oro, Nixon decidió poner fin a los acuerdos de Bretton Woods, dando vía libre a todos, es decir, las monedas eran libres de fluctuar en el mercado.
Hoy en día el dólar sigue siendo una moneda de referencia, ya que el mercado razona en dólares. La mayoría de las materias primas se negocian en dólares (petróleo, gas) y los países que comercian a nivel internacional deben usar dólares, aunque ninguna de las dos contrapartes sea estadounidense. En resumen, todavía existe una hegemonía estadounidense, pero dados los desarrollos políticos a nivel comercial e internacional, esta hegemonía podría desaparecer, y Bitcoin podría representar el oro digital capaz de proteger la moneda de las barras y estrellas.