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A medida que la fragmentación financiera sigue obstaculizando el crecimiento regional del sudeste asiático, Venom Foundation ha propuesto una cadena de bloques de Capa 0 adaptada a las necesidades de las instituciones soberanas.
El 5 de junio, la empresa emitió una carta abierta a los bancos centrales de Singapur, Malasia, Filipinas y Vietnam, invitándolos a codesarrollar una infraestructura financiera de próxima generación y a colaborar en la construcción de una infraestructura modular y compatible para la liquidación en tiempo real, los pagos transfronterizos y la supervisión reguladora en cadena.
La fundación cree que esta infraestructura compartida modernizará las operaciones nacionales y proporcionará una capa de interoperabilidad muy necesaria para las finanzas regionales.
En el núcleo de la propuesta se encuentra una plataforma blockchain ya en funcionamiento, construida específicamente para el uso del sector público. Entre sus aplicaciones inmediatas se encuentran la emisión de monedas estables respaldadas por el Estado y las herramientas de cumplimiento integradas para KYC/AML. Estos componentes son compatibles con los estándares de mensajería ISO 20022, lo que permite la integración con los sistemas bancarios existentes, un obstáculo que ha limitado la adopción de muchas propuestas blockchain anteriores en el sector público.
Christopher Louis Tsu, CEO de Venom Foundation, enfatiza la naturaleza estratégica de este movimiento:
“Estamos siendo pioneros en el futuro de la infraestructura financiera. Nuestra misión es empoderar a los gobiernos e instituciones a través de la tecnología blockchain de próxima generación, fortaleciendo sus capacidades soberanas y desbloqueando nuevas oportunidades para sus ciudadanos.”
Este enfoque prioritario soberano se refuerza mediante un modelo de gobernanza que combina la descentralización con el control estatal. Bajo el marco de Venom, los derechos de validación se asignan parcialmente a entidades designadas del sector público. Esto garantiza que, si bien la red mantiene la eficiencia y el tiempo de actividad a nivel de blockchain, las instituciones nacionales conservan la supervisión esencial.
La urgencia del sudeste asiático por modernizarse está bien documentada. En 2023, Filipinas representó casi el 5% de las entradas mundiales de remesas, y se proyecta que los volúmenes de pagos digitales en toda la región alcancen los 765 mil millones de transacciones para 2027. Sin embargo, las ineficiencias siguen siendo rampantes. Muchas transferencias transfronterizas se retrasan, la conciliación es manual y la auditabilidad es débil, lo que aumenta el riesgo sistémico y los costos operativos.
Además de las monedas estables, la infraestructura de Venom permite la implementación modular de funciones como paneles de análisis en tiempo real para los reguladores, sistemas de verificación de identidad y rieles de tokenización para activos como registros de tierras o créditos de carbono. Estas herramientas están diseñadas para implementarse de forma independiente, lo que brinda a los gobiernos la flexibilidad de avanzar a su propio ritmo.
Se están llevando a cabo programas piloto en Filipinas, y se planea un despliegue regional más amplio para 2025. Este movimiento se alinea con la visión más amplia de un sistema financiero más integrado, transparente y resiliente en todo el sudeste asiático.