Reason to trust

How Our News is Made
Strict editorial policy that focuses on accuracy, relevance, and impartiality
Ad discliamer
Morbi pretium leo et nisl aliquam mollis. Quisque arcu lorem, ultricies quis pellentesque nec, ullamcorper eu odio.
En un nuevo video titulado “¿Por qué las instituciones no están adoptando XRP masivamente?”, Jake Claver, fundador y director ejecutivo de Digital Ascension Group, argumenta que la ausencia de flujos institucionales que acaparen titulares en XRP tiene menos que ver con la idoneidad técnica del activo y más con las realidades regulatorias, operativas y de coordinación que rigen la forma en que las grandes entidades financieras despliegan nueva infraestructura de mercado.
Claver enmarca la paradoja de forma sucinta: las características de rendimiento de XRP son, en su opinión, hechas a la medida para los pagos modernos, sin embargo, los bancos siguen siendo cautelosos públicamente. “XRP podría resolver los mayores problemas de los bancos… es más rápido, más barato y mucho más confiable que Swift”, dice, antes de plantear la pregunta central: “¿Por qué aún no lo están adoptando?” Su respuesta no es que las instituciones no estén interesadas, sino que su manual valora la certeza legal, el tiempo y la ejecución sigilosa por encima de las compras visibles que mueven los precios.
Por qué Wall Street no se ha lanzado de lleno a XRP (Todavía)
Un pilar fundamental de su tesis es que las instituciones, cuando construyen posiciones, normalmente lo hacen a través de algoritmos de ejecución y canales fuera de bolsa diseñados para minimizar el impacto en el mercado. “Están utilizando estrategias T-W y VWAP”, dice, refiriéndose a la ejecución de precios promedio ponderados en el tiempo y ponderados por volumen. En la práctica, agrega, eso significa mandatos como “‘Tengo $100 millones. Quiero comprar XRP… Simplemente promediaré en el mercado durante un mes, dos meses, 6 meses’”. El punto, según Claver, es acumular tamaño “sin causar esos grandes picos de precios”, a menudo confiando en la ejecución algorítmica, mesas OTC o dark pools en lugar de simplemente barrer los libros de órdenes públicos. Los inversores minoristas, señala, rara vez ven este flujo porque está diseñado para no ser visto.
La regulación es el segundo pilar. Claver sostiene que las instituciones globales no pueden anclar una “infraestructura de pago de un billón de dólares en fundamentos legales o fiscales inciertos”. Señala el fallo del 13 de julio de 2023 en el caso de la SEC contra Ripple, diciendo que la jueza Analisa Torres “declaró que XRP en sí mismo no es un valor”, y argumenta que la combinación de los acontecimientos judiciales y una postura regulatoria estadounidense cambiante ha comenzado a descongelar la renuencia institucional. “Estamos viendo la transición de las aprehensiones… a, está bien, tal vez esto realmente funcione”, dice, al tiempo que advierte que los hitos del caso y las formalidades de apelación aún importan para los emisores y patrocinadores de productos más grandes.
Claver enfatiza repetidamente que las instituciones son relativamente indiferentes al nivel de precio exacto al que obtienen exposición si están convencidas de la dirección estratégica. “Están perfectamente contentos de comprar XRP a $100, $1,000 o incluso $10,000 porque saben que va a subir”, afirma, haciendo una analogía con Bitcoin, donde “las instituciones no comenzaron a comprar y agregar Bitcoin hasta que costaba $30,000, $40,000, $50,000”, y señalando que “MicroStrategy a $72,000 por Bitcoin es su compra promedio”. La afirmación, por muy controvertida que sea, es que los compradores sofisticados optimizan el tiempo, la liquidez y la coordinación, no por clavar el tick inferior.
En el corto plazo, argumenta, los picos de precios episódicos vinculados a los titulares siguen siendo “especulativos”, precisamente porque los minoristas “no tienen el capital” ni la “coordinación para mantener el nivel de volumen que se necesitaría para precios altos”. La reevaluación sostenida, según él, requiere catalizadores institucionales: luz verde regulatoria, lanzamientos de productos y uso en el mundo real. “Necesitamos catalizadores. Necesitamos la adopción en el mundo real y una crisis, creo que una crisis de liquidez, para que realmente esto se ponga de moda”, dice, describiendo un posible “choque de oferta” en XRP como el tipo de evento que podría forzar una reevaluación rápida.
Qué observar en los próximos meses
Claver también esboza un telón de fondo de lo que caracteriza como un trabajo de integración acelerado pero en gran medida “entre bastidores”. Cita “casi 300 asociaciones a nivel mundial para Ripple”, hace referencia a las pruebas de concepto y proyectos piloto de bancos que han surgido “a lo largo de los años” y señala a CBDC y la experimentación con monedas estables que involucra a jurisdicciones como Palau, Bután, Montenegro, Georgia y Colombia. Argumenta que esta larga cola de pruebas es consistente con la forma en que normalmente se actualiza la infraestructura financiera crítica: lenta, cautelosamente y solo después de extensas pruebas. “No van a hacer eso simplemente por un capricho”, dice. “Tienen que ser muy minuciosos”.
En el lado del producto, Claver destaca que ya se han aprobado muchos de los ETF de futuros y hace referencia a una “cotización… de la DTCC en el ETF [spot] de XRP para Canary Capital”, que caracteriza como “normalmente el paso justo antes de que se aprueben los S-1”. Enmarca finales de 2025 como una ventana plausible para las aprobaciones, agregando: “Estamos viendo un interés institucional concreto y acelerando la adopción de este activo”, aunque reconoce que gran parte de ello aún no es evidente en la acción del precio en los titulares.
Otra línea conductora es la cadencia de toma de decisiones institucionales. Claver retrata el presente como una “fase de preparación final antes de la adopción a gran escala”, donde la claridad regulatoria está “emergiendo”, la infraestructura técnica está “probada” y las “asociaciones estratégicas están en su lugar”, siendo la “variable restante” la “activación coordinada en múltiples instituciones simultáneamente”. Incluso sugiere que las migraciones más amplias del sistema de pago, como la adopción de estándares de mensajería global, crean las condiciones previas para las capas de liquidación en tiempo real, una categoría donde sitúa el papel potencial de XRP.
Minoristas vs. Instituciones
La opinión de Claver sobre la dinámica de la oferta desafía una narrativa popular de la comunidad de que las tenencias minoristas podrían impedir significativamente la entrada institucional. Argumenta que la porción de XRP en circulación que poseen los minoristas es pequeña en términos del sistema: “podrían tener, no sé, 2 mil millones, 3 mil millones de XRP de la oferta disponible… alrededor de, ya sabes, 52 mil millones”. La implicación, dice, es que es poco probable que las instituciones estén “preocupadas por la competencia minorista”, porque pueden “adquirirlo más adelante a través de mercados privados o ventas privadas” a precios más altos si es necesario. “Realmente hay suficiente oferta para todos aquí”, sostiene, agregando que a las instituciones “no les importará si los minoristas ganan mucho dinero en esta transición”.
En todo momento, Claver aconseja a los espectadores minoristas que reconozcan la naturaleza estructural de lo que cree que está tomando forma. “Están invirtiendo en infraestructura”, dice, enmarcando los activos digitales como XRP como instrumentos al portador que permiten al público “poseer la infraestructura y el backend” de una posible transición de pagos “antes de que se implemente realmente”. Concede que esta visión va en contra de las hebras de la ideología cripto—“descentralizada, contra el hombre, abajo los bancos”—pero presenta un caso pragmático: “Personalmente, preferiría simplemente apilar mis centavos junto a los dólares de las instituciones y seguir su estela”.
El video termina con un descargo de responsabilidad característico—“Nada de esto es un consejo financiero”—junto con una reiteración de su convicción: “Todos mis huevos están en esta canasta”, dice Claver, argumentando que la adopción institucional de los rieles de liquidación de blockchain representa “una de las transiciones de infraestructura más grandes en la historia financiera”. En la opinión de Claver, la pregunta no es si las instituciones adoptarán tecnologías que solucionen la velocidad, el costo y la confiabilidad, sino cuándo pasarán de la preparación a la activación, y con qué rapidez el mercado volverá a fijar los precios una vez que llegue ese punto de coordinación.
Al momento de la publicación, XRP cotizaba a $2.85.